lunes, 29 de octubre de 2012

Animal Man Nº 7: La muerte de Máscara Roja

Seguimos con Animal Man y lo que podríamos decir la última historia antes de que se empiecen a presentar los elementos que cerrarán la serie con este autor. Es en cierta manera otro tie-in sútil de Invasión aunque en rigor solo lo afecta por el final de la historia.

Como podrán observar estamos ante otra soberbia portada de Bolland, y una que muestra un tono tan poco típicamente super-heroico aunque a la vez tan propio del género, con robots asesinos y un villano con capa con cara de aburrimiento.

El tema de esta historia es la decadencia del personaje antiguo, de lo que antaño había sido relevante y que ahora tiene que estar en algún lugar, que sería de esos villanos de antaño? En el fondo es también una metafora más grande de lo que Morrison tendría pensado después con el limbo, apuntar a los personajes que ya no tienen historia que contar y volver a darles una oportunidad para brillar, acaso no también una portada excelente.

Los detalles deliciosos son varios para mostrarnos el patetismo y a la vez la inocencia de otros tiempos. El desastre en Miami obedece principalmente a la invasión y a los khundios. Los robots de Máscara Roja se mueven, golpean cosas, explotan y poco más, por no decir que entregan un cálido aire de diversión a la destrucción en serio que fue el paso de una guerra. Otro detalle es que Buddy intente impedir que salte y, como bien le menciona el ex-villano, a pesar de tener capa y ropa ad hoc, no asume que él pueda volar. Otro detalle glorioso es el "origen secreto" de la mano de un meteorito extraterrestre en una época donde parecían haber meteoritos con poderes cayendo en todas partes. El origen es similar al del mismo Buddy por lo que hay identificación con alguno de sus posibles futuros o quizás el destino de él sino hubiera sido por esta historia. Entre medio se muestra a otros personajes del año de la cocoa donde solo ubicaba al Capitán Triunfo.

De animales hay poco en esta historia (aunque de lo poco, tierno y triste), pero lo que más llama la atención es la resolución y los deseos del protagonista de la historia (que adivinen, no es Buddy) en poder dar gloria a una vida que la había perdido hace rato, y de poder activar en manera alguna lo que es el poder máximo en el mundo de los superheroes: Volar. He visto como en los sueños el volar es tan relevante, y en nuestros deseos también, si acaso no partimos leyendo el género por eso, por ese deseo principalmente. Por lo mismo es tan valioso el detalle final de Máscara Roja, de verdaderamente poder volar, pero no por si mismo, el comic le da la posibilidad, elimina la gravedad, la distancia y la perspectiva y hasta el color...él puede volar por una página, el autor le da esa oportunidad, pero al alto costo que exige el mundo realista de hoy en día luego de la emoción real de volar. Es en cierto rigor, otra decisión de "Dios" en este mundo de llevarse a otro más sin que Buddy otra vez, pueda hacer algo al respecto.

Vuelta alto Máscara Roja.

viernes, 26 de octubre de 2012

Animal Man Nº6: Aves de Presa

Luego de la extenuante entrada de ayer y las implicancias potentes de ella para la existencia, se podría decir que volvemos nuevamente a un comic normal...eeh...no. Aún ni siquiera enmarcado en una macro saga como Invasión (que quien sabe, quizás algún día reseñe porque la tengo por ahí) cae en lugares comunes de acción frívola o todo lo que podría implicar una raza de policías estelares fachos invadiendo la tierra. Nada por el estilo.

Buddy sigue comentando acerca de sus decisiones pro animales, y de pronto ha llegado a algunos argumentos que con toda tranquilidad son expuestos con un rostro muy "winner" cuando plantea que la vida de una rata y un humano tiene el mismo valor para el planeta. Aunque entiendo el punto, más que la discusión, creo que destaca la actitud de Buddy para plantearse ante el tema con una autoridad que, bien sabemos, le escasea en todo ámbito, y de seguro en esta discusión de los derechos de los animales también (como se verá en nuevos números).

Momento ideal para una invasión thanagariana (la raza invasora más cercana a un animal man en sí misma con sus alas y su humanidad) pero bastante alejada de la tradición bélica. El ataque viene a través de un artista, no de un soldado, cuya bomba atacará los cimientos sísmicos del continente a través de un bombardeo mental de las diversas imágenes significativas del autor hasta llegar a la más relevante, la más significativa, la más cercana al corazón.

Aquí es donde uno como lector promedio tiene que detenerse y pensar...qué¿?!? acaso no es una idea demasiado genial? y lo más divertido es que queda como un número solito, aislado del gran conflicto. Vemos la bomba armándose con esos momentos, avanzando cada vez más vertiginosamente a los centros fractales más significativos antes de explotar, y como lector nos vamos sumergiendo más vertiginosamente en la vida de este artista de un mundo de guerra a medida que sus momentos vitales van avanzando más rápido. Sentimos entonces la desesperación de Animal Man sintiendo todos estos momentos en carne propia y el horror de no poder detenerlo, de ver la vida ante los ojos pero una vida ajena.

Es quizás divertido pensar en como nuevamente este comic vuelve a tomar conceptos complejos presentados de la forma más sencilla en una historieta. Ahora es un artista interesado en las complejidades matemáticas a la base de nuestro universo, en un comic de 24 páginas acerca de un hombre de familia que se viste en mallas e intenta tomar parte en el mundo por el bien, aunque pareciera que solo puede reaccionar ante el mundo y no operar tan directamente como quisiera. Otro buen número, uno se va acostumbrando al dibujo, y la narración no tiene ningún desperdicio. Segunda joyita al hilo, en dos números se ha superado con creces los 4 primeros números. Good.

jueves, 25 de octubre de 2012

Animal Man nº5: El Evangelio del Coyote

La verdad sea dicha, con este número arranca una nueva etapa en Animal Man y es ciertamente el número que permitió a Grant Morrison salir de su bloqueo creativo y plantear lo que serían 2 años más de historias...pero eso parte de lleno en dos números más, luego de los tie-ins de Invasion!, sin embargo, las piezas principales de lo que sería el resto de esta historia esta comprendida en este número de 24 páginas con full spoilers a continuación.

El Evangelio del Coyote es una obra de arte, como para partir. Es una declaración de principios, pero de principios cuestionables, o principios en nacimiento. Es también una discusión tanto de la realidad como la teología (que no es acaso otra forma de estudiar la realidad con consecuencias mucho más fuertes que la ciencia). Y es en este sentido que esta historia gana, en tanto los números anteriores juegan a mezclar la ciencia como catalizadora de la historia (los laboratorios STAR y sus experimentos), el puntapié inicial de esta historia son las visiones de mundo y como plantearlas, como enfrentarlas, como vivir o morir por ellas.

Tenemos en primer lugar al camionero y a su acompañante que hacía dedo. Juntos ven la vida bajo prismas distintos. Mientras ella busca encontrar un camino que apele al éxito en la tierra y a alejarse de las visiones maternales represoras, el camionero parece haber encontrado un equilibrio en su vida a través del amor, del amor de Billy y de Jesucristo...similar al "todas las cosas son hechas nuevas", nuestro camionero ve el camino hacia delante, tratando de ignorar a los demonios personales de cada uno, en sus casos, cumplir las profecías de la madre de terminar fracasando en los sueños de grandeza de la joven, y la muerte que destroza el amor en el camionero (reflejado en homosexualidad sugerida y el miedo al SIDA tan presente en los 80s).

Animal Man ve otro conflicto, ve como su vida ahora requiere una coherencia mayor con lo que es y siente. Sin embargo Buddy Baker, el hombre de familia, carece de los medios de llevar esta coherencia superheroica a una coherencia familiar en donde las jerarquías no son egoístas como la mayoría de las decisiones superheroicas. La decisión de no comer carne se podría intuir naturalmente, pero como buena historia, no podemos esperar que de un día para otro el padre de la familia busque botar más de la mitad de la comida en el refrigerador. Buddy tiene razones para ser vegetariano, son motivos nobles, pero, ¿tiene motivos para pasar por encima de su familia sin consultarlo? Pensando en su escasas habilidades diplomáticas  pasaría a ser solo un espectador del conflicto principal de esta historia, del demonio/ángel redentor de la historia.





El coyote (o Crafty) es primeramente en esta historia un demonio, una figura horrible antropomórfica que luego de ser horrendamente atropellada, logra recuperar la vida y sus órganos aplastados se reforman así como su existencia. Es un ser inmortal y es un ser maldito. Su existencia en esta tierra responde a su deseo de entregar a su mundo, a su realidad, la paz que se le niega en todo momento. La paz del mundo de Crafty no es nada más que un mundo similar a Looney Tunes, animales atacándose y destruyéndose con el gozo de saber que no hay muerte en ese mundo y que la violencia puede trabajar y operar por siempre. Pero el coyote, como quizás siempre lo deseamos en nuestros adentros al ver sus historias animadas en televisión con risa pero en algunos momentos con compasión, se cansó. Y no solo eso, se abroga la facultad de representar a todos sus iguales como el deseante de una paz que no existe ante su Dios. Dios le ofrece la paz al mundo a través de enviarlo a él al infierno del sufrimiento eterno, su misma vida en nuestra vida, donde la muerte no es suavizada como en las caricaturas, donde aplastar con un yunque a un animal es mutilarlo y destruirlo, donde precisamente donde menos seguridades tenemos y la violencia pareciera ser más seria y más evidente y no menos frecuente.




Es acaso esta mala suerte existencial, estos caprichos del destino, que la aparición de Crafty ante el camionero fuera para él el sinónimo de un mal augurio, del diablo mismo maldiciéndolo primero a través de su amor y luego a través de la muchacha cuya vida terminó en la prostitución asesinada. Como una cruzada dirigida por el Dios de este mundo, el camionero se dispone a destruir al demonio, demonio que acepta sufrir a costa de la paz de su mundo pero que reconoce que este sufrimiento puede ser evitado, un ser que cuestiona la voluntad de su Dios.

El camionero prueba cada una de las técnicas ACME en el coyote demoníaco  cada una con resultados aún más terribles y sangriento, y el coyote, como en las caricaturas sobrevive, vuelve a resucitar, con él la esperanza de cambio. Este comic refleja tan bien esta lucha tan noble y patética y a la vez casi tan azarosa entre este hombre que busca exterminar al mal del mundo, y este animal que busca expiar el mal de su mundo. Este Cristo toonizado contra el judío que cree ver blasfemias se ve interrumpido por nosotros, por nuestra injerencia de la mano de Animal Man, acaso el representante de lo que tenemos esperado al abrir este comic, un superheroe, alguien que vuela, alguien que salva. En esta historia Buddy no salva a nadie, y de hecho su presencia cuando menos es anécdotica y patética en tanto recibe el evangelio del Coyote, la verdad de su sacrificio, pero sin entender nada. Pienso en los sacrificios ignorados, en los que sufren por otros sin nunca hacerse entender, y luego pienso en los animales y como este comic me ha hecho pensar en ellos de otra forma...¿por qué tanto sacrificio? ¿acaso el coyote podrá revelarse contra ese dios tirano? somos nosotros otros dioses tiranos más sobre aquellos que gobernamos o creamos?



Finalmente, como toda tragedia, nuestro cruzado camionero dispara una bala certera, una que entrega muerte, una especial ciertamente hecha de la cruz que representaba todo en su vida, al dispararla de hecho la pierde. Crafty, coyote, la recibe de lleno y con lágrimas se da cuenta que su sacrificio ha terminado, que ha llegado su verdadera muerte y su única compañía es alguien que no entenderá las implicancias de su existencia. Buddy de hecho se queda en silencio. Solo interrumpe nuestro relato la mano de ese dios que le otorga la muerte a su creatura, actuando sobre este otro mundo que no es de caricatura, ¿acaso con potestad sobre todo universo, sea toon o superheroico? Su participación es sutil, otorga la muerte y otorga la sangre. La sangre como símbolo de sacrificio al ser derramada es más clara en la gran pintura, una carretera del Valle de la Muerte, en forma de cruz, con el coyote por fin aceptado y acaso su misión cumplida en redimir a todo un mundo crucificado en un mundo cruel que nunca lo entendió.




La portada de Bolland, acaso una de las mejores de su carrera, toma esta misma idea pero es Buddy el crucificado y el "siendo creado" mientras sacrificado. Esto nos remitirá probablemente a lo que vendrá en Animal Man en números posteriores, pero para efectos de este número Buddy es solo un espectador más, sin idea de lo que es el sacrificio aún y de lo que implica soportar los designios de su creador como si fuera un Job rebelde. El dibujo es muy bueno y cumple con su cometido en generarnos imágenes conocidas en un contexto que provoca repulsión, así como la empatía en los rostros que sufren. En resumen y para terminar, es un número perfecto y uno de los puntos más altos de esta historia que además se puede disfrutar totalmente independiente sin perder nada de su calidad.

La historia termina con un "Hasta luego Amigos!"...

miércoles, 24 de octubre de 2012

Animal Man Nº4: Grant Morrison, Chas Troug, Doug Hazlewood.

Las portadas de Bolland no tienen ningún
desperdicio.
Y ya estamos terminando este primer arco de Animal Man en que el estilo narrativo en general se mantiene intacto. Ante todo, este es un número de cierre y como tal busca cerrar varios aspectos desde un enfoque de racconto...partimos la historia teniendo claro que al final del día Buddy esta en casa con su familia y puede darse el lujo de leer un cuento a Maxine, pero ciertamente ha sido un día rudo.

La poca acción de Buddy del número anterior se compensa por su claro protagonismo en este número, siendo el relator de sus sentimientos y situaciones presentes y ya no tenemos los insights de B'wanna Beast dándose un enfrentamiento en general físico. Es divertido como Buddy averigua de su rival a través de Who's Who, que es básicamente esas fichas simpáticas que salen en varias revistas DC y creo que fueron parte en esa época de un libro gigantesco. Tampoco se escapa la ironía de su nombre y en general Animal Man tiene diálogos internos divertidos, amenos, no pretendidamente graciosos como los de Spiderman sino algo más cercano.

El sub argumento de Ellen y Maxine y los gatitos es menos potente quizás y creo que el dibujo no ayuda tanto, son sentimientos sutiles y un entorno bastante familiar, por lo que siento que en ocasiones el dibujo no permite hacerlo más cercano sino más comiquero (posiblemente un deseo del autor también, después de todo es un comic bien consciente de sí mismo). Pero en cierta manera este sub plot es una especie de preludio en miniatura de lo que es el destino de los personajes y lo caprichosa de la muerte en ocasiones.

El final de la pelea entre Animal Man y B'wanna Beast no es la gran cosa, y por momentos sorprende lo inteligente de Buddy por momentos cuando en otros pareciera menos asertivo y atento, quizás es esto de volver a ser superheroe como crisis de los 30s, pero ciertamente destacan los engendros creados por B'Wanna Beast que hacen de este comic algo especial ciertamente.

"Hey, mira a sus ojos, hombre, pensaróas que es casi humano."
Y bueno, prácticamente para terminar, tanto Buddy como B'wanna Beast actúan en consonancia contra un enemigo en común, acaso el ente a salvar en el resto del arco ahora es digno del desprecio del protagonista, pero de una venganza sangrienta pero muy inteligente de parte de sus propios métodos por parte de B'wanna Beast. Es un final muy potente y un buen cierre de esta mini saga, buenas últimas viñetas. De Buddy no queda mucho por saber, asumiremos que sus aventuras seguirán el próximo número con nuevas defensas del mundo animal...y en cierta manera así será, pero muy diferente. Luego de este número vemos el verdadero comic que trae entre manos Morrison con nosotros y Buddy Baker y su familia de la mano de un evangelio distinto.

martes, 23 de octubre de 2012

Animal Man Nº3: Grant Morrison/Chas Troug/Doug Hazlewood

Después de una pausa algo larga, vuelvo al ruedo con otra review de lo que ha sido estos números de Animal Man, lo que sería su primer mini arco introductorio.

Este número es algo menor al anterior y es a todas luces el número transitorio para el cierre de la mini-serie de 4 capítulos que originalmente Morrison había escrito. Como podemos ver algunas de las líneas argumentales van adquiriendo claridad, en especial por la figura escondida y narrador secundario en algunos momentos. El número está en gran parte dedicado a explicarnos un poco quien es este B'Wanna Beast, un viejo personaje por lo que alguna vez supe, con un nombre ridiculisimo y un traje cuando menos chistoso. Quizás por lo mismo el número me resulta menos interesante, porque después del manso gancho del número anterior, se demora en devolvernos a Buddy y su solución que era esperable y obviamente menos interesante que la situación había dejado en el número anterior.

Por otro lado vemos algunos de los desenlaces del arco menos relevante hasta el momento que gana protagonismo, que es lo que sucede con Ellen y Maxine en los bosques ante los cazadores. Por momentos me resultó todo muy forzado y rayando en lo caricaturesco hasta justo antes de su desenlace, por algún motivo, entiendo que con la adrenalina de la situación es posible que se de un resultado tan humano, tan rápido y a la vez tan realista, por lo que en parte, ver la tragedia a través de los ojos de una niña nos recuerda que los problemas son cuando menos variados. Lo otro interesante de esta historia es que el bueno de Buddy no tiene ni idea de lo que está sucediendo y no llega a salvar la situación en modo alguno, en el fondo, esta parte de la historia no tiene que ver en modo alguno con superheroes.

"Por favor, no dejes que se muera! Oh Jesus, por favor...Djuba?
No, espera! espera...es..."
Buddy ciertamente es un personaje bastante ignorado en este número, solo logra salvarse y descubrir los verdaderos motivos de los estudios de STAR, y fuera de no tener mérito alguno en lo que sucede con su esposa, ante su primer enfrentamiento con B'wanna Beast solo queda botado ante su paso apresurado. Es divertido esto en Animal Man, el carácter tan poco super heroico del mismo protagonista mientras que su "villano" nos entrega quizás el mejor momento de la historia donde claramente el dibujante se esmero en darle un agregado extra al simio dios blanco en sus últimos momentos de vida luego de la intoxicación. Un excelente rostro de sufrimiento que unido a los textos nos generan una fuerte empatía por personajes que recién conocemos en este número. Las piezas están acomodadas para que nuestro protagonista vuelva a ser parte principal de la historia y para cerrar este arco redondito y compacto introductorio a los motivos y relativos a Animal Man.

martes, 16 de octubre de 2012

Animal Man 2: Grant Morrison/Chas Troug/Doug Hazlewood

Seguímos con el segundo día de reviews, junto a nuestro querido Buddy Baker en Animal Man

 Hay varias cosas interesantes en este número que nos marcan un poco la tendencia de la historia misma y que ahora pasaré a revisar:

Portada de Brian Bolland, aunque no es de
las mejores en mi opinión. 
- El tono Animal: En parte las escenas en los laboratorios STAR nos entregan pequeños detalles que nos hacen pensar sin sonar como sermón acerca de las investigaciones con animales. Solo recordar la parte donde Buddy se lamenta de no poder absorber poderes de un perro sano y el científico ironiza diciendo que si no estuviera sano como podrían hacerle lobotomías. El otro aspecto interesante respecto a la lógica animal es la dificultad de que este tipo de superheroe se desempeñe con facilidad en un entorno urbano. Similar complicación vive Giselle en Encantada cuando quiere hacer la canción de la limpieza con los animales silvestres de Nueva York (referencia peliculera necesaria porque es una gran película).

 - Se mantienen esos pequeños juegos linguisticos que buscan, asumo, darle conexión a las líneas que aún no se cruzan del todo (aunque al terminar el capítulo ya se juntan todas las líneas previamente expuestas). El dibujo considero que es mejor que el primer episodio aunque se mantiene esa extrema delgadez de Buddy. Superman, por otro lado se ve bastante divertido, es interesante lo poco interesante que se ve al lado de Buddy, y como nos sentiriamos nosotros a su lado.

 - El pequeño humor en la serie: La frase de "Un chico simpático...ojala se rompa una pierna" siempre me hace reír, Buddy no es Superman, le cae mal la gente que a todos nos caería mal. Divertido también el tipo con la mantis ya que es tan azarosa su presencia como una excusa para la acción que lo hace particularmente divertido.

- Lo mejor:
"Intente golpearlo...intente darle un puñetazo...pero...pero no había nada allí"
Las últimas páginas destacan absolutamente. Ya la tensión estaba puesta desde la extraña escena con la rata y el vagabundo pero luego de la pelea la cosa se pone interesante por un detalle esencial, la pelea esta narrada en tiempo presente por Buddy mismo, permitiendonos sentir sus inseguridades, pequeños auto-alientos y sus esperanzas...pero luego su terror en el increible cliffhanger (es decir, escena final que obliga a leer el próximo número porque necesitas saber que sucederá). Son esas últimas páginas donde una historia bastante divertida con acción promedio, pasa a ser un espectaculo de ligas mayores como si de una gran historia de acción se tratase. En definitiva, en el segundo número Animal Man no decae sino que sigue ascendiendo y dejándonos más metidos en lo que serán las aventuras de Buddy Baker. Nos vimos mañana.

Animal Man 1: Grant Morrison/Chas Truog/Doug Hazlewood

Hola a todos, este será un blog para hablar de comics, para leer comics y básicamente apreciarlos. Primeramente partiré con mi colección, avanzando número por número de todo lo que tenga incluyendo lo poco bonito, lo vergonzoso y también lo maravilloso. No quise partir con algo malo así que le daré con mi joyita de Animal Man que me costó un ojo de la cara pero son 27 números para gozar. Entonces, a partir de hoy y ojala día por día ir comentando distintos números de lo que tenga o lo que me venga llegando, ojala en algún tipo de orden.

Para partir, tengo la edición integral de Planeta de Agostini de Animal Man que incluye los 27 números guionizados por el escoces además del Origen Secreto. La edición es bastante correcta, con buen papel y buena impresión (aunque el número 26 se ve algo borroso) y una introducción del mismo Grant Morrison planteando que no tiene el dudoso placer de que su obra sea introducida por Sthephen King o Clive Barker (que asumo es una ironía a las alabanzas que estos han entregado al genial Neil Gaiman). Entonces partimos lo que inicialmente era una mini-serie de 4 partes para actualizar a Buddy Baker en su aventura superheroica y que posteriormente pasó a ser un par de años de aventuras más o menos perfectas.

El primer número es una buena introducción de lo que apunta el comic, integrar a un superheroe típico al contexto del género pero con algunas variantes. Como pocos, Buddy o Animal Man, es primeramente un hombre de familia, casado y con dos hijos. Su esposa por lo visto lo mantiene y sus dos hijos son versiones espejo en parte de sus padres, con un hijo bastante más centrado y aterrizado y una hija (dibujada igual que Penny de Inspector Gadget!!) mucho más conectada con las emociones. De hecho, Buddy es un personaje divertido precisamente por su emocionalidad. Se nos da a entender que no es la primera vez que intenta usar sus poderes para ser super heroe y que por lo visto antes solo había traído gastos economicos y una participación muy pero muy secundaria en lo que es el panteón de superheroes de DC Comics, incluyendo en su primera misión donde en realidad esperaban a Superman. Sin contar además el interés en la fama de Buddy comparandose al buen Blue Beetle (Bicho azul para sus amigos) como un super heroe que lleva menos tiempo, sin poderes,  y que sin embargo es parte de la Liga de la Justicia.

El guión tiene algunas hojas dedicadas a futuras tramas que se conectaran con los 3 números siguientes, incluyendo a un antagonista suponemos con inclinación a la reflexión animal-humano a la vez que algunos momentos sangrientos de esta misma reflexión. Por otro lado vemos algo inconexo un grupo de cazadores, intuimos de hecho que Buddy era antes un cazador en sus tiempos libres.

Grant Morrison juega con algunas ideas en varios momentos de manera bastante evidente para el lector atento, mientras la primera hoja menciona el por qué el ser humano se bajó de los árboles, vemos a Buddy en la siguiente hoja arriba de un árbol intentado rescatar un gatito. De la misma manera vemos otros juegos sutiles entre lenguaje e imagen que son divertidos y hace pensar que fue planeado con cariño la historia pero tampoco es nada particularmente novedoso o rupturista.

Con respecto al dibujo, este cumple pero no destaca en muchos aspectos. Ciertamente le da un toque divertido a los rostros, tienen carácter pero por momentos también se sienten muy caricaturescos. Las anatomías son curiosas, todos, excepto los claramente gordos, son muy flacos, es como si existieran obesos y gente atletica. Por el lado de Maxine, la hija del matrimonio Baker, el que sea igual a Penny la hace divertidamente tierna.

Como conclusión general, es un número entretenido y te deja los suficientes cabos sueltos para saber que sucedera, y de paso se toma buenas páginas para mostrar la dinámica familiar de Animal Man, dando precisamente el aspecto más interesante de este comic, donde ser super heroe es solo parte de la vida de quienes precisamente se dedican a ese trabajo.