Reseñas Flash: Spiderman - Un día más

Otro día más que pasa y se me acumulan reseñas, así que esto de las reseñas flash me resulta cómodo y además es con material que manejo poco. En este caso veremos la polémica historia de Spiderman de J.M. Straczynski (que será la única vez que escriba su nombre) y qué me pareció desde mi desinformada opinión.

Para partir hay que aclarar que manejo poco al personaje. Mi contacto con él principal es la famosa serie de inicios de los noventa que vi varias veces y disfrute inmensamente, pasando a ser indirectamente como el canon del arácnido para mi. Luego de eso solo tengo algunas de sus apariciones en algunos crossover con DC y el tomo de La Tercera con sus aventuras (y lo que sale de él en Civil War y New Avengers de Unlimited). Es decir, poco, pero suficiente, ya que sabemos que Spiderman es un personaje bastante elemental en sus conflictos y por ende fácilmente identificable.

En este tomo de Clarín contiene las cuatro partes asumo de Un día Más, entregando rápidamente toda la información necesaria del contexto para el novato: Tía May agoniza y esta cerca de morir y esto por un disparo dirigido a Peter Parker, ahora de incognito por los sucesos de Civil War, siendo profugo de la justicia. Naturalmente Peter se siente Uber-responsable por lo sucedido y está dispuesto a hacer todo por hacer sentir más cómoda a su tía, aunque la busqueda de dinero incluya ir en busca de Tony Stark, acaso uno de los principales responsables de los sucesos que llevaron a Spiderman a revelar su identidad al mundo entero. El conflicto es delicioso, con buenos diálogos y una conversación honesta donde parece que nadie gana. Llamativo es que Spiderman se descontrola, ve con dificultad las posibilidades de una victoria, en este caso, contra la muerte y el estado del cuerpo de su tía. Parte fuerte el número y gana en poder y potencia, dejando un pequeño dejo de respiro de alivio a los protagonistas por un momento.

La segunda parte nos muestra a Spiderman buscando el consejo del Dr. Strange. Los resultados a través del trabajo mágico solo le permiten a Peter escuchar solo respuestas similares, a saber, la inevatibilidad de la muerte de su tía. Por supuesto Peter no se queda de manos cruzadas y busca alterar las reglas a su favor. Hasta el momento se muestra aún más algunos aspectos que parecieran prepararnos a nosotros como lectores a lo que es inevitable, perder a Tía May. Junto al protagonista vemos que las posibilidades se van agotando, y somos compañeros de la angustia de no poder hacer nada.

La tercera parte nos entrega el escape perfecto para resolver este nudo, pero entregando misterios y surrealismo. Los sucesos se van sucediendo sin parecer importarle a Peter, como caminar en un sueño, primeramente como una niña misteriosa, luego un amargado programador y una nostálgico millonario, junto a una mujer igual de misteriosa que todo el número. Se van planteando posibilidades, historias que parecen no tener mayor relación, hasta que poco a poco se va vislumbrando la solución a este problema, a la oportunidad mágica y única de hacer lo que en la vida real es negado, cambiarlo todo. Mefisto llega con esa oportunidad y pareciera responder a la promesa de Spiderman al doctor de dar a entender que en su mundo hay seres capaces de tal poder, de permitir que viva quien debe morir. La oferta de Mefisto se manifiesta y luego empieza la decisión.

El cuarto y último número es rico en pequeños momentos, en viñetas silenciosas, y en una oscuridad que engloba gran parte de la acción. Se mantiene el tono surrealista y se exploran las posibilidades de decisión, con una Mary Jane comandando a un superado emocionalmente Peter Parker. La discusión ideal es perfecta porque refleja la terquedad de Peter ante esa situación como cualquiera la podría tener, pero MJ es nuestra voz, la que quiere hacer entrar en razón. Finalmente sucede la posibilidad, que después de ese día más otorgado, la realidad sea cambiada por el solo deseo de ver destruido un amor inquebrantable y de paso destruir sus espíritus con una pequeña vuelta de tuerca que encontré genial y una gran muestra de la habilidad del guionista. Y bueno, es el fin de una historia y el inicio de otra.

En términos generales, me voy gratamente sorprendido de esta lectura. El ritmo no decae como tampoco el dibujo, y no se desperdician hojas en diálogos innecesarios, todo lo que sucede tiene sentido en ser usado en cuatro números. En ese sentido, para mi es una lectura totalmente recomendable, pero asumo que tiene un factor no menor, similar al de Flashpoint de DC: Como historia es buena, pero ¿tiene que afectar a la tan cuidada y alabada continuidad? Al parecer sí, pero como nunca he sido lector de Spiderman el cambio no me afecta, pero parece mantener a Peter nuevamente en una eterna adolescencia, como una posibilidad negada de superarla y ser feliz como Mary Jane le desea.

Por otro lado la edición de Clarín es correcta, trae portadas y buen color, peeeeero...unas tres o cuatro páginas viene con vibración (a falta de una mejor palabra), líneas corridas. Y por supuesto, es discutible y algo incomodo el tono argentino para referirse a la segunda persona. La edición es relativamente accesible en varias librerías, quizás las mismas donde pillas otras cosas de Clarín como las primeras historias de Superman. Finalmente, es curioso que sea la primera saga que leo de Spiderman como tal y en algún aspecto sea la última en varios aspectos, pero la recomiendo bastante porque es una buena historia. Con respecto a sus efectos universales...solo podría opinar un lector de Spiderman habitual, lo que es yo, me da un poco de pena que el pobre Peter se le prohiba tanto crecer.

Y no sé en que momento pensé que esta sería una reseña Flash....